Pregunta de examen: "...redacte un ensayo
sobre cómo actualmente se llevan a cabo en los museos las acciones de
comunicación, difusión y educación".
Introducción
El museo es una de las entidades implicadas en la llamada «educación no formal», el tipo de enseñanza ejercida fuera de los centros escolares, que es flexible en el tiempo, en su planificación y transmite conocimientos y valores a través del aprendizaje voluntario. También participa de la «educación formal» en cuanto que colabora con los centros de enseñanza ofreciendo sus servicios a profesorado y estudiantado, pero en cualquier caso, aún siendo esencialmente un marco de educación no formal, su enseñanza se imbrica de lleno en el mundo académico, del que participa creando y transmitiendo el mismo tipo de saber y conocimientos [véanse las reflexiones al respecto sobre la página educativa EducaThyssen.org].
A fin de cumplir con esta faceta educativa fundamental, el museo cuenta con un dispositivo irrenunciable: el DEAC, Departamento de Educación y Acción Cultural.
2. Los gabinetes de educación y comunicación: funciones y fines
Llámenles «gabinetes» o se apelen «pedagógicos», «didácticos», «divulgativos», «de difusión», etc., de lo que se trata en todos los casos es de los mencionados DEAC, cuyas funciones son:
- elaborar (diseñar, implementar, evaluar) el Programa de Comunicación y Divulgación y concretarlo en proyectos específicos [recordemos ese programa:
- considera los medios necesarios para comunicar y difundir el mensaje entre el público.
- Público: definir el tipo de público destinatario de la oferta, elegir cómo relacionarse con él, cómo conocer sus opiniones, determinar la forma de acceso (directo, virtual…) a sus fondos.
- Comunicación: escoger imagen corporativa, formas de comunicación externa (web, campañas publicitarias, publicaciones…), gabinete de prensa, productos comerciales
- Actividades: talleres, exposiciones temporales, convenios de colaboración (préstamos, protocolos…)
- Proyectos: “de estudio de público”, “publicitarios”, “de creación de página web”, "de talleres didácticos", "de catálogos", "de material didáctico o visitas guiadas para personas con necesidades especiales", "exposición temporal", etc.]
- elaborar el discurso didáctico y formar al personal pedagógico del museo (educadores/ mediadores)
Entre el personal pedagógico del museo están los educadores —los clásicos guías de visitantes—, en tanto que los mediadores pretenden ser una figura novedosa dentro de los educadores, cuya misión se pretende adaptada a las exigencias de la «Nueva Pedagogía». Es de esperar que las personas educadoras clarifiquen el discurso museográfico, adaptándolo a cada tipo de público, sirviendo siempre de mediadores entre este y el museo. Como diría J. Ballart (2007: 225), su papel ha cambiado desde ser mero "transmisor experto en saberes" a "respetuoso habilitador de aptitudes". Puesto que se espera que los educadores sean gente proactiva y estén sometidos a constante formación, es deseable que intervengan también en los procesos de diseñar, implementar y evaluar los programas museísticos en los que participan.
[Aquí una discusión acerca de la indefinición de la figura del mediador, cuya única distinción parece deberse al concepto de «educación» que se maneja]
3. Los visitantes del museo: programas educativos y de mediación
En la actualidad, el «usuario» del museo no sólo es el público que tradicionalmente acudía presencialmente a sus instalaciones, y tampoco es ya el clásico espectador pasivo del que no se espera ninguna reacción o interacción con el medio. En paralelo a los cambios sociológicos y tecnológicos acontecidos en las últimas décadas, bajo los cuales también se ha producido el surgimiento de la Nueva Museología y la Museología Crítica, el visitante es considerado una parte activa, que no solo participa sino que también exige tomar parte en la construcción del discurso museístico [de ahí el uso habitual del libro de visitantes, y de forma también muy efectiva mediante la folksonomía, por ejemplo, que es la participación colaborativa del público internauta mediante el uso de etiquetas (tags y hashtags) como modo de clasificación y organización de la información].
En el terreno educativo y didáctico, las actividades docentes deben acomodarse también a los presupuestos de la Nueva Pedagogía, según los cuales el foco debe recaer, no en el proceso de enseñanza sino en el de aprendizaje, en el que el «sujeto cognoscente» es el que adquiere todo el protagonismo en la acción pedagógica.
Pero, ¿Cómo implementar este nuevo enfoque en la práctica? Pues a través de los programas educativos y de mediación.
A la hora de diseñar un Programa Educativo hay que tener en cuenta varios factores:
- en primer lugar, debe estar imbricado en la política educativa del museo;
- en segundo lugar, hay que asegurarse de que existe un público objetivo para el mismo, a quien aportar un conocimiento o una formación diferente de la que puedan aportar otros museos;
- en tercer y último lugar, deben determinarse los recursos humanos, materiales y económicos necesarios para ejecutarlo.
En cuanto a la estrategia de desarrollo de programas educativos, el enfoque adecuado debería contemplar un equilibrio entre:
- Programas generales (visitas guiadas, visitas en familia...).
- Programas para público específico (conferencias, coloquios sobre temáticas especiales...)
- Programas de «mediación experimental», que exploren nuevas formas de aproximarse, describir y exhibir los discursos del Museo, a través de diferentes proyectos, cf. "Mediación" en Reina Sofía, con varios ejemplos.
Una vez valoradas todas las opciones y necesidades, se elaborará un proyecto específico, como por ejemplo también este de EducaThyssen de creación de una «comunidad de profesoras/es, educadoras/es de museos y creadoras/es interesados en investigar y buscar nuevas formas de trabajar en torno al arte y la educación. Es, además, un espacio compartido y un lugar de encuentro entre el museo y las escuelas, que se ha ido definiendo como un espacio de confianza y una red de apoyo entre sus miembros» (Musaraña, Profesoras/es, educadoras/es y creadoras/es)
Síntesis sobre la educación de museos y sus expectativas aquí: J. Ballart, Manual de Museos, 2007
4. El museo como espacio de comunicación y divulgación. Medios y estrategias de difusión
Una sociedad como la nuestra, en la que el conocimiento sólo se convierte en experiencia satisfactoria cuando su adquisición se hace de manera rápida, cómoda y divertida, el Museo no tiene otra alternativa que buscar los medios necesarios para proporcionar esa experiencia. Así que es preciso indagar sobre los recursos disponibles para tal fin.
Referencia bibliográfica precisa: Gutiérrez Usillos, Manual 2012, capítulo 7.