venres, 29 de novembro de 2019

TEMA 4. Legislación sobre museos y marco institucional

Contenidos: La legislación sobre patrimonio histórico-artístico en España en materia museística. El reglamento de los museos de titularidad estatal y normativas autonómicas. El marco institucional de los museos en el ámbito internacional: la UNESCO y el ICOM. El Código Deontológico para museos.

Objetivos: Este tema aborda el estudio y conocimiento de la legislación que concierne al patrimonio  museístico, el reglamento de los museos de titulación estatal, normativa autonómica y otras  cuestiones referidas al marco institucional de los museos en el contexto internacional,  estudiado a través de la labor desempeñada por instituciones como la UNESCO o el ICOM  en la adopción de acuerdos, recomendaciones y pautas respecto al funcionamiento del  museo o a la ética profesional en su gestión.

Bibliografía disponible en el curso virtual:

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La legislación sobre patrimonio histórico-artístico en España en materia museística


La Constitución del 78 recoge en su artículo 46 la implicación del Estado en la protección y conservación del Patrimonio español:
Los poderes públicos garantizarán la conservación y promoverán el enriquecimiento del patrimonio histórico, cultural y artístico de los pueblos de España y de los bienes que lo integran, cualquiera que sea su régimen jurídico y su titularidad. La ley penal sancionará los atentados contra este patrimonio.

De este artículo surge la necesidad de desarrollar legislación específica sobre el particular, lo que acabará concretándose en la Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español. Se ofrece a continuación un extracto de lo que esta ley establece sobre los Museos, que se definen según la propuesta entonces vigente del ICOM:

Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español

TITULO VII
Del Patrimonio Documental y Bibliográfico y de los Archivos, Bibliotecas y Museos

CAPITULO II 

DE LOS ARCHIVOS, BIBLIOTECAS Y MUSEOS

EL MUSEO INSTITUCIÓN

Artículo 61
3. La Administración del Estado promoverá la comunicación y coordinación de todos los Archivos, Bibliotecas y Museos de titularidad estatal existentes en el territorio español. 

Artículo 62

La Administración del Estado garantizará el acceso de todos los ciudadanos españoles a los Archivos, Bibliotecas y Museos de titularidad estatal, sin perjuicio de las restricciones que, por razón de la conservación de los bienes en ellos custodiados o de la función de la propia institución, puedan establecerse.

Artículo 66

Constituyen los Sistemas Españoles de Archivos, de Bibliotecas y de Museos, respectivamente, los Archivos, Bibliotecas y Museos, así como los servicios de carácter técnico o docente directamente relacionados con los mismos, que se incorporen en virtud de lo que se disponga reglamentariamente.

LOS EDIFICIOS

Artículo 60
1. Quedarán sometidos al régimen que la presente Ley establece para los Bienes de Interés Cultural los inmuebles destinados a la instalación de Archivos, Bibliotecas y Museos de titularidad estatal
2. A propuesta de las Administraciones competentes el Gobierno podrá extender el régimen previsto en el apartado anterior a otros Archivos, Bibliotecas y Museos.

Artículo 64
Los edificios en que estén instalados Archivos, Bibliotecas y Museos de titularidad pública, así como los edificios o terrenos en que vayan a instalarse, podrán ser declarados de utilidad pública a los fines de su expropiación. Esta declaración podrá extenderse a los edificios o terrenos contiguos cuando así lo requieran razones de seguridad para la adecuada conservación de los inmuebles o de los bienes que contengan.

LOS FONDOS

Artículo 60
1. Quedarán sometidos al régimen que la presente Ley establece para los Bienes de Interés Cultural los inmuebles destinados a la instalación de Archivos, Bibliotecas y Museos de titularidad estatal, así como los bienes muebles integrantes del Patrimonio Histórico Español en ellos custodiados.
3. Los Organismos competentes para la ejecución de esta Ley velarán por la elaboración y actualización de los catálogos, censos y ficheros de los fondos de las instituciones a que se refiere este artículo.

Artículo 63

1. Los Archivos, Bibliotecas y Museos de titularidad estatal podrán admitir en depósito bienes de propiedad privada o de otras administraciones públicas de acuerdo con las normas que por vía reglamentaria se establezcan.

2. Los Bienes de Interés Cultural, así como los integrantes del Patrimonio Documental y Bibliográfico custodiados en Archivos y Museos de titularidad estatal no podrán salir de los mismos sin previa autorización, que deberá concederse mediante Orden ministerial. Cuando se trate de objetos en depósito se respetará lo pactado al constituirse.

El reglamento de los museos de titularidad estatal y normativas autonómicas

Además de la ley general, los museos de España están regulados tanto por leyes estatales como autonómicas y locales, dado que la propia Constitución establece que la Cultura es competencia concurrente de todas las administraciones (incluidas las locales, pues en la Ley Básica de Régimen Local de 1985, reformada con la Ley 27/2013), señala que la promoción de la cultura y los equipamientos culturales son también una competencia municipal).

Toda la legislación española en materia de museos está disponible en la web del Observatorio de Museos de España (OME)

El CÓDIGO DE MUSEOS recoge toda la legislación española en materia de Museos, incluído el Real Decreto 620/1987, de 10 de abril, por el que se aprueba el Reglamento de Museos de Titularidad Estatal y del Sistema Español de Museos, que responde a la pregunta de examen: ¿Qué es y para qué sirve el Reglamento de Museos de Titularidad Estatal?

El marco institucional de los museos en el ámbito internacional: la UNESCO y el ICOM

Los museos deben actuar de conformidad con todas las disposiciones legales nacionales y locales, así como respetar las legislaciones de otros Estados en la medida en que afecten a sus actividades. 

La política de los museos debe acatar los siguientes instrumentos jurídicos internacionales que sirven de normas para la aplicación del Código de Deontología del ICOM para los Museos:

- la Convención para la Protección de los Bienes Culturales en caso de Conflicto Armado (Convención de La Haya, Primer Protocolo de 1954 y Segundo Protocolo de 1999)

- la Convención sobre las medidas que deben adoptarse para prohibir e impedir la importación, la exportación y la transferencia de propiedad ilícita de bienes culturales (UNESCO, 1970)

- la Convención sobre el comercio internacional de especies amenazadas de fauna y flora silvestres (Washington, 1973)

- la Convención sobre la diversidad biológica (ONU,1992)

- el Convenio sobre los bienes culturales robados o exportados ilícitamente (UNIDROIT, 1995)

- la Convención sobre la Protección del Patrimonio Cultural Subacuático (UNESCO, 2001)

- la Convención para la salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial (UNESCO, 2003)

También son de consideración las recomendaciones de la Unesco, las cuales, a diferencia de las Convenciones, no son jurídicamente vinculantes. 

Consultar el extracto de BALLART (2007), «Los niveles institucionales y su dimensión jurídica», colgado en el Curso Virtual.

Código deontológico

Establecido por el ICOM, accesible en este enlace y en el curso virtual.
[Pregunta de examen de respuesta corta: ¿Qué es y para que sirve el Código Deontológico del ICOM?]


En Galicia:

Tras un prolongado parto, a Lei de Museos e outros centros museísticos de Galicia viu la luz o pasado ano 2021 (páxina da Xunta actualizada con toda a lexislación sobre Museos)

[tema excluído del temario

Mecenazgo y patrocinio  

Se remite al blog de la unidad Cultura y Mecenazgo dependiente de la Subdirección General de Promoción de Industrias Culturales y Mecenazgo, cuyo objetivo es fomentar el mecenazgo cultural, dando visibilidad a aquellos proyectos que destaquen especialmente en este ámbito
En ese blog se ofrecen "píldoras" sobre este tema, breves y de fácil comprensión, como por ejemplo:
- Datos en contra de la idea generalizada de que no existe una Ley de Mecenazgo en España: "tenemos una Ley, la Ley 49/2002, de 23 de diciembre, de régimen fiscal de las entidades sin ánimo de lucro y de los incentivos fiscales al mecenazgo que, con sus defectos y sin llevar ese nombre, es una ley de mecenazgo". (Se excluyen de la aplicación de esta ley las comunidades con competencias en materia fiscal, País Vasco y Navarra, que disponen de sus propias regulaciones).- También se aclara, enmendando el propio enunciado de la ley, que el mecenazgo se define como una actividad eminentemente altruista, de financiación y apoyo a la cultura y a otros muchos temas de interés general, por tanto independiente de los incentivos fiscales que eventualmente lo favorezcan.- Se nos explica qué instituciones son susceptibles de mecenazgo en razón de su interés general o utilidad pública: Federaciones deportivas, ONG de desarrollo,  Fundaciones y Asociaciones de interés público; el Estado con todas sus organizaciones, el Instituto Cervantes, Universidades Públicas, Organismos públicos de investigación..., además de todas las demás instancias incluidas en las Disposiciones Adicionales de la Ley, que incluyen a las Reales Academias y a algunos Museos, entre otros. 
Respecto a estos últimos se nos dice: 
Existen algunas instituciones culturales de nuestro país como el Museo Nacional del Prado, el MNCARS o la Biblioteca Nacional, entre otras, que gozan de autonomía de gestión reconocida por Ley. Entre las implicaciones de esta autonomía se encuentran las presupuestarias, y el reconocimiento de donaciones, legados e ingresos procedentes de patrocinios como recursos propios del museoCuando en la actualidad se realiza una donación, por ejemplo, a una orquesta o museo que depende de un ayuntamiento, de una Comunidad Autónoma o del Estado, que no es un organismo autónomo, ni depende de uno de ellos, ni goza de autonomía de gestión reconocida, esa donación no la va a recibir la entidad cultural, sino el Tesoro Público. [...] Esto hace que la gran mayoría de las instituciones culturales públicas de nuestro país no puedan gestionar de forma directa las donaciones que reciben. Se trata de uno de los aspectos clave a mejorar en el futuro.
El hecho de que el mecenas se beneficie de interesantes deducciones fiscales, hace dudar de que sean el altruismo y la filantropía los verdaderos motores del mecenazgo. De ahí la confusión con la idea de "patrocinio", actividad nada desinteresada por medio de la cual se invierte en actividades o instituciones culturales, artísticas o científicas esperando una contrapartida o ganancia a cambio, generalmente en el sentido de una mejora de la imagen pública y del prestigio de la entidad "benefactora".

Analizando las diferencias entre Mecenazgo y Patrocinio, veamos lo que dice el blog antes citado
Comenzaremos por el mecenazgo [...] la palabra en sí deriva de la figura de Cayo Clinio Mecenas, noble, diplomático romano y consejero del emperador Octavio Augusto que ha pasado a la historia por su interés por el arte y su protección a artistas y a escritores como Horacio o Virgilio. 
Los desarrollos históricos posteriores del concepto no cambian la idea original, de un individuo entregado a la promoción del Arte y la Cultura de manera desinteresada. 
Pero, ¿y el patrocinio?
El patrocinio, no obstante, surge a mediados del SXX ligado al desarrollo de los medios de comunicación de masas y de la publicidad. Se suele considerar como uno de los primeros ejemplos de esta actividad las charlas en radio en 1943 del obispo de Nueva York, Fulton Sheen, patrocinadas por una marca de detergentes. A mediados de los 60 las empresas estadounidenses ya utilizan de forma habitual el patrocinio como forma de publicidad. En Europa su desarrollo es más tardío, y se suele mencionar como punto de inflexión el I Mercado Internacional de la Esponsorización y el Mecenazgo (SPOCOM) celebrado en Francia en 1986. La definición de patrocinar que nos ofrece la RAE refleja este carácter publicitario: “apoyar o financiar una actividad, normalmente con fines publicitarios”. Esta diferencia entre los conceptos se traslada también a nuestro ordenamiento jurídico: mientras que el mecenazgo está regulado en la Ley 49/2002, el patrocinio se encuentra regulado en la Ley 34/1988, de 11 de noviembre, General de Publicidad
  • La Ley 49/2002 define mecenazgo como: “participación privada en actividades de interés general”. 
  • La Ley General de Publicidad define contrato de patrocinio como: “aquél por el que el patrocinado, a cambio de una ayuda económica para la realización de su actividad deportiva, benéfica, cultural, científica o de otra índole, se compromete a colaborar en la publicidad del patrocinador. El contrato de patrocinio publicitario se regirá por las normas del contrato de difusión publicitaria en cuanto le sean aplicables”. 
De las dos definiciones anteriores podemos extraer rápidamente algunas diferencias: El mecenazgo estará siempre ligado al interés general, algo que no se exige en el caso del patrocinio. En el caso del patrocinio, el patrocinado se compromete a hacer publicidad del patrocinador, existe un intercambio de dinero por publicidad fijado en un contrato. No ocurre así en el caso del mecenazgo, donde no existe compromiso de que el destinatario haga pública la donación recibida.

martes, 12 de novembro de 2019

Museos. Vídeos

Museo de Atenas



La construcción del Museo arqueológico de Atenas se inició en 1866, según diseño del arquitecto Ludwig Lange. El edificio es de estilo neoclásico y alberga más de 20.000 objetos arqueológicos.


¿Por qué tenemos museos?  (J.V. Maranto) 






El coleccionismo desde la Prehistoria hasta la época romana




Daniel Casado Rigalt, profesor de los Grados en Historia  y Humanidades de la Universidad a Distancia de Madrid, UDIMA, analiza la historia del coleccionismo hasta tiempos de Roma


1. La Antigüedad: en Grecia, en el siglo IV a C. cuando se construyeron pequeños templos (thesaurus), donde se guardaban las ofrendas a los dioses y surgieron responsables de su cuidado (hieropoi), la preocupación por posibles pérdidas originó inventarios, dando origen al proceso de musealización de los objetos. En Roma se desarrolló el término museum, como templo de las musas, un lugar dedicado al a la cultura y las artes.

2. Durante el siglo XVI y principios del XVII, serán las monarquías las grandes coleccionistas, se crearán Kunstkammer o gabinetes de arte, las Schatzkammer o gabinetes de curiosidades de la naturaleza y las Rüstkammer o guardarropas de armaduras de parada. Allí se producirán dos cambios muy importantes: la secularización de las colecciones, y la extensión del coleccionismo a otras clases sociales fuera de la nobleza. Luego, las grandes familias burguesas, constituyeron colecciones que, por sus dimensiones y riqueza, dieron origen a verdaderos museos privados.

3. Durante los siglos XVIII y XIX, los nacientes estados europeos crean instituciones con fines de exposición y almacenamiento de las colecciones: los museos (

venres, 8 de novembro de 2019

TEMA 2. Orígenes, historia y actualidad de los museos

(Esta página tiene enlaces resaltados en otros colores)

Contenidos: De las antiguas colecciones a los museos públicos. Tipologías y modelos de museos. La nueva museología y los ecomuseos. Museos públicos y museos privados. Las exposiciones en la actualidad. Los nuevos centros de arteLos problemas del museo en la actualidad.

Objetivos: Los museos van a sustituir en la Edad Contemporánea a las antiguas colecciones privadas creadas para proporcionar goce estético a sus propietarios y servir de símbolos de poder o de riqueza. El establecimiento del Estado moderno les dotará de otro significado social en términos de patrimonio colectivo. En la actualidad los nuevos centros de arte han empezado a rivalizar con los museos en atraer a un público que busca las manifestaciones de la cultura más actual, lo que define un amplio abanico de tipologías museísticas.


Bibliografía recomendada

Fernández Alonso, L. (1993) «Historia y evolución del museo», en Museología. Introducción a la teoría y práctica del museo.

Ballart, J. y Juan, J. (2010). «Patrimonio y museos en el presente», en Gestión del patrimonio cultural. 

Eco, U (2001). «El museo en el tercer milenio».


Este tema pretende hacer un recorrido histórico desde el origen y formación de las colecciones, muchas de ellas antecedentes de los futuros museos, hasta su apertura pública y musealización en el siglo XVIII. Tras la Revolución Francesa de 1789 y la creación del Muséum Central des Arts en París nacerá el museo público, que tendrá la misión de educar a la ciudadanía y que muy pronto se especializará y diversificará sus contenidos para mostrar de manera más científica sus colecciones.

De las antiguas colecciones a los museos públicos. 

Antes de la especialización arquitectónica del museo en el siglo XVI, lo que hay  es “coleccionismo”, con conceptos y formas de gestión muy diferentes.
El mejor ejemplo del antecedente más antiguo del museo es lo que se dio en llamar el “Gabinete de las Maravillas de la Humanidad” de Nabucodonosor, rei babilonio del s. VII a.C., quien reunía en su palacio una gran colección de todo tipo de artefactos y trofeos, entre los que se incluían piezas de arte antiguas.

La Grecia clásica es heredera de la costumbre en período arcaico de atesorar objetos valiosos en los santuarios y en los templos como ofrendas a los dioses. Estos tesoros poseían una dimensión pública, actuando como bolsa económica de las ciudades, pero acabarían dando lugar a espacios en los que recrearse con la observación de lo que hoy llamamos "obras de arte"; es el caso de la pinacoteca de la Acrópolis de Atenas, donde, según Pausanias, se exhibían diferentes pinturas justo en los Propileos, es decir, a las puertas del recinto sagrado, y donde un sacerdote cobraba por guiar y explicar las pinturas expuestas. Este es sin duda el mejor ejemplo de un antecedente del museo en la Antigüedad.
El término museo también procede del griego museion, aunque en aquel entonces (en época helenística) designaba un templo alejandrino dedicado a las Musas, las diosas de la inspiración y de las artes. Allí se daban cita los pensadores del momento para compartir y transmitir sus conocimientos, a modo de un gran centro de investigación. La grande y llorada Biblioteca de Alejandría formaba parte de aquel gran complejo, creado en época helenística por el rey heleno-egipcio Ptolomeo Filadelfo (285 a.C).

Por tanto, no sorprende que el término se haya conservado en el mundo romano para designar espacios privados en los que se celebraban encuentros y tertulias para el debate filosófico.
Exedra de los Julios, Foro de Augusto (Roma)
Entre tanto, el gusto por el acopio de obras artísticas en Roma consigue rebasar radicalmente el límite de lo religioso para convertirse en un medio de exhibición de poder y riqueza, que se nutre del expolio del patrimonio griego, fundamentalmente, aunque también de la copia sistemática de sus obras artísticas, tanto en ámbitos privados (palacios, villae...), como públicos (foros, templos...). Por entonces surgen grandes personajes que dan acceso público a sus colecciones, como el mismo Julio César, e incluso se divulgan recomendaciones para la óptima conservación de algunas obras (pinturas y papiros en la obra de Vitruvio De Architectura). En este contexto, no falta quien ejerce de experto técnico y quien especula económicamente en este incipiente mercado, en donde emergen valores a considerar como la pátina, la antigüedad, la rareza, la serie completa...
Cámara Santa de Oviedo
Durante la Edad Media cambia el signo social del mayor coleccionista, pasando del aristócrata a la Iglesia, que ahora será la institución hegemónica. Se produce una vuelta al protagonismo del tesoro en cuanto depósito u ofrenda sagrada, que luego se convertirá en el fondo de los museos diocesanos, catedralicios, etc. 
Tesoro de Guarrazar

Al mismo tiempo, los grandes monarcas se preocuparán por sus propias colecciones, nutridas ahora tanto de antigüedades como de botines de guerra (p.j. de los cruzados), abundando entre las obras de arte y los bienes preciosos o tesoros, otros de carácter excepcional (objetos mágicos, piedras preciosas, cosas raras…). Destaca, en esta categoría, la colección de Carlomagno (ss. VIII-IX), que reunía obras de arte romanas, el tesoro de los hunos, trofeos musulmanes, etc. 
En momentos más tardíos, destacan las colecciones de San Marcos de Venecia o de Saint Denis en París; mientras que en España habría que resaltar la Cámara Santa de Oviedo, San Isidoro de León, Santo Domingo de Silos, el Tesoro de Guarrazar... 

Galería Uffizi
La Edad Moderna comienza con el Renacimiento, que se caracteriza por reivindicar el pasado clásico recuperando sus objetos artísticos, sus documentos, su saber y valores en general. Estamos en la Italia de finales del s. XV, con el Humanismo y la era de los descubrimientos transoceánicos de fondo, cuando familias como la Medici acumulan vastas colecciones y se preocupan por protegerlas al tiempo que engrandecen su reputación.
Es por entonces cuando se sientan las bases del museo moderno, al concebirse un espacio específico para alojar y exhibir aquellas colecciones. Esto acontece por primera vez en un palacio florentino, tras encargársele a Vasari el proyecto de instalar en la planta superior del edificio la conocida como Galería de los Uffizi (1560). 
Antiquarium de Munich
Este hito de la museística responde a la morfología de la galería, espacio alargado  destinado a la exhibición de objetos, replicado entre 1568-1571 por el Antiquarium de Munich, un ancho y largo corredor a cuyos lados se exhiben antiguas obras artísticas.
Las galerías serán, por tanto, espacios reservados en los palacios privados para la exhibición de las colecciones, considerándose la posibilidad de que fuesen salas visitables por gente ajena al palacio. 
Pero en este momento surgen otras tipologías para el alojamiento de las colecciones, que veremos a continuación:
  • Colecciones clasicistas (1450-1525), generalmente atribuidas a nobles, quienes coleccionan cosas de todo tipo: armas, joyas, minerales curiosos, plantas exóticas de ultramar...  Museos Vaticanos y Museo Belvedere, son ejemplos de este tipo de coleccionismo.
  • El studiolo, lugar destinado a la reflexión en la casa del hombre renacentista (desde 1550), que se asemejará a un laboratorio con instrumentos científicos, biblioteca, mapas, objetos curiosos...,  y será el precursor de la cámara de las maravillas. 
  • Las cámaras de las maravillas aparecen a finales del XVI, tratándose de cuartos privados destinados al acogimiento de toda clase de objetos, artísticos, valiosos, exóticos, curiosos..., predominando cualquier tipo de objetos según los intereses particulares de sus dueños. Destacaremos la Tribuna del Palacio de los Uffizi.

El siglo XVI se caracterizará por el gran desarrollo en general de las colecciones reales de toda Europa (en España, los Austrias comenzaron la colección de Museo del Prado).
El Renacimiento, por tanto, es el momento culminante del coleccionismo, coincidiendo con la revalorización de la figura del artista y con la emergencia del experto (el primer historiógrafo, Vasari, escribe una primera historia del arte), anunciando la participación de la burguesía en el coleccionismo, hasta entonces casi restringido a la Iglesia y la Corte.
Ya en el siglo XVII se despierta un mayor interés por la iconografía, apareciendo entonces el catálogo, como por ejemplo “Le Cabinet du Roi de France” de J.F. Félibien (1677). Poco después, durante el reinado de Luís XIV, el ministro Colbert abrirá la Galería del Louvre, inaugurándose también entonces la tendencia a exponerse el arte para la venta.
Hubert Robert. Proyecto Gran Galería del Louvre 1784
Definitivamente aparecerán expertos coleccionistas y en crítica artística independientes de la realeza, que comenzarán a mover el mercado del arte y cuya principal herramienta serán las exposiciones y las galerías de arte. Estas estarán dedicadas al coleccionismo artístico, organizando espacios de exposición para la exhibición pública de las obras de arte y su venta directa.
Se crearon paralelamente galerías dedicadas al coleccionismo científico, los antecesores de los museos de ciencia del siglo XVIII.

Con la llegada de la Ilustración, que acabaría dando lugar a la declaración de derechos ciudadanos durante la Revolución Francesa (1789) y en general el triunfo de la burguesía, se reivindicó la apertura de los bienes culturales a toda la gente, surgiendo entonces el concepto de Patrimonio público, lo cual es fundamental para la aparición del Museo moderno. Varios hitos durante el siglo XVIII acabarían desembocando en este nuevo concepto del museo como institución pública.
Ashmolean Museum (Oxford), edificio del s. XIX
Antecedente de los museos ilustrados es el Ashmolean fundado en 1683. Estaba constituído por una colección privada más tarde donada a la Universidad de Oxford, quien comenzó a gestionarla como una institución de carácter público, dotándola de un edificio ad hoc, de un conservador encargado del estudio y cuidado de la colección, y funcionando conforme a criterios científicos, un reglamento administrativo y una estricta planificación.
En el siglo XVIII verá la luz el primer tratado de Museografía (1727) de Gaspar F. Neickel, en el que se ofrecen estudios de las obras, así como  recomendaciones sobre las exposiciones y la conservación de las mismas.
Será por aquel entonces cuando se emprendan las primeras excavaciones arqueológicas en Pompeya y Herculano, cuyos restos nutrirán los futuros museos.
Posteriormente emergerán las sociedades científicas (Society of Dilettanti en Gran Bretaña, Academie Celtique en Francia) y la Academia de París, referente para la creación de otras academias europeas (Madrid, Berlín, Londres, Viena, Venecia), verdaderas artífices de las exposiciones que más tarde conformarán los fondos de los museos nacionales.
En el ámbito privado, proliferarán las colecciones especializadas y se inaugurarán las primeras casas de subastas, como las londinenses Sotheby’s (1744) o Christie's (1766).
Es entonces cuando se reclama convertir las colecciones reales en museos públicos, con el cometido de educar al pueblo a través de la organización de exposiciones tipológicas y científicas. Pero el tono de las exposiciones era  demasiado técnico y especializado, lo cual las convertía en discursos inasequibles para el gran público. Esto, unido al hecho de que los contenedores escogidos solían ser grandes monumentos arquitectónicos de estilo neoclásico, inspirado en la arquitectura templaria greco-romana, explica su calificación por parte de la NM (Nueva Museología) como “museos-templo”, donde los objetos solían adquirir además una dimensión "religiosa", es decir, un valor casi sagrado.

El Louvre
Con estos presupuestos se crea en 1753 el Museo Británico de Londres a partir de una colección privada adquirida por el Parlamento y cuya acta fundacional resalta su vocación investigadora, pedagógica y de servicio público, aunque con restricciones de acceso a expertos y a discreción de su director.
El Museo del Louvre, por su parte, surge en 1793 como Muséum Central des Arts, como resultado de la democratización de la cultura emanada de la Revolución Francesa, por lo que se convertirá en el referente definitivo de los nuevos museos. En el palacio del Louvre se aglutinan todas las colecciones de la monarquía y se crea el Museo de la República francesa, el primer gran museo nacional de Europa.
A imitación de la Francia revolucionaria, otros países constituirán sus respectivos museos nacionales, en paralelo a la conformación de los correspondientes Estados Nacionales que ahora se estaban configurando. En España, las colecciones de la monarquía estaban dispersas en diferentes palacios, que serán concentrados a instancias del marqués de Urquijo para fundar por decreto de José Bonaparte de 1808 el Museo del Prado, inaugurado en 1818.

Conclusión
El museo público nace por tanto a finales del siglo XVIII como consecuencia de los cambios sociales y políticos derivados de la Ilustración y de la Revolución francesa, produciéndose la transformación más importante en el siglo XIX, cuando se impulsa el desarrollo de los nuevos museos nacionales: en 1818 se abre el Museo del Prado, y consecutivamente se crearán el British Museum, la Gliptoteca de Munich, el Victoria and Albert Museum, y la Tate Gallery, por citar sólo algunos de los ejemplos más importantes de Europa. A lo largo de este siglo XIX el coleccionismo dará paso, por fin, al Museo contemporáneo.

Bibliografía

Tipologías y modelos de museos 

Los museos pueden clasificarse según diferentes parámetros: según su ámbito territorial (nacionales, autonómicos, provinciales, comarcales, locales...), según el tipo de colección (arqueología, arte, etnografía, de ciencia y tecnología...); según su titularidad (públicos, privados); según el carácter de su contenedor (de nueva planta, en edificios históricos, rehabilitados...), tratándose, como vemos de categorías que pueden solaparse.
La primera clasificación remonta a la Ilustración, y son muchas las tipologías que se han propuesto desde entonces. Durante la primera mitad del siglo XX, se disponía de tres tipos.
  1. Museos Artísticos o Estéticos.
  2. Museos Históricos.
  3. Museos Científicos.
Pero enseguida se sentiría la urgencia de incorporar nuevos tipos, ante lo cual el ICOM respondería en 1963 ampliando el elenco a 5 categorías:
  1. Museos de Historia.
  2. Museos de Arte.
  3. Museos de Etnología.
  4. Museos de Historia Natural.
  5. Museos de Ciencia y Técnica.
Categorías añadidas en:

1964
1975
1. Museos de Ciencias y Técnica.
1. Museos de Ciencias y Técnicas.
2. Museos de Ciencias Naturales.
2. Museos de Historia Natural.
3. Museos de Etnología.
3. Museos de Arqueología e Historia.
4. Museos de Arqueología e Historia.
4. Museos de Etnografía.
5. Museos de Arte Moderno.
5. Museos de Artes Aplicadas.
6. Museos de Artes Aplicadas.
6. Museos de Arte Moderno.
7. Museos Regionales.
7. Museos Regionales.
8. Museos del Vidrio.
8. Museos Especializados:
9. Museos de Instrumentos Musicales.
-Museos y colecciones de Instrumentos Musicales.
-Museos de Armas.
-Museos de Historia Militar.
10. Museos de Costumbres.
11. Museos de Transportes.
12. Museos de Historia Militar.


Por fin, en la actualidad:
Museo de Historia Natural (USC, Compostela, 1840)
1. Museos de Arte.
1.1. De pintura.
1.2. De escultura.
1.3. De grabado.
1.4. De artes gráficas: diseños, grabados y litografías.
1.5. De arqueología y antigüedades.
1.6. De artes decorativas y aplicadas.
1.7. De arte religioso.
1.8. De música.
1.9. De arte dramático, teatro y danza.
2. Museos de Historia Natural en general.
2.1. De geología y mineralogía.
2.2. De botánica (incluye jardines).
2.3. De zoología, acuarios...
2.4. De antropología física.
3. Museos de Etnografía y Folklore.
4. Museos Históricos.
4.1. Biográficos: Grupos de individuos…
4.2. Objetos y recuerdos de una época determinada.
4.3. Conmemorativos de un suceso.
4.4. Biográficos: artistas…
Memorial del Holocausto (Berlín, 2003-05)
4.5. Historia de una ciudad.
4.6. Históricos y arqueológicos.
4.7. Del Ejército y de la guerra.
4.8. De la Marina.
5. Museos de la Ciencia y de la Técnica.
5.1. De ciencias y técnicas con carácter general.
5.2. De física y química.
5.3. De oceanografía.
5.4. De medicina y cirugía.
5.5. Técnicas industriales.
5.6. De manufacturas y productos manufacturados.
6. Museos de ciencias sociales y servicios sociales.
6.1. De pedagogía, enseñanza y educación.
Muncyt (A Coruña, 2012)
6.2. De justicia y de policía.
7. Museos del Comercio y de las Comunicaciones.
7.1. De moneda y de sistemas bancarios.
7.2. De transportes.
7.3. De correos.
7.4. De aduanas.
8. Museos de Agricultura y de los productos del suelo.


Bibliografía:

  • BALLART HERNÁNDEZ, J. (2007). Manual de Museos. Ed. Síntesis (2.3.1. «Tipologías disciplinarias de museos»)
  • LORENTE, J.P. (2012). Manual de historia de la museología. Ed. Trea (pp. 65 ss.)




Bibliografía complementaria:

Museos públicos y museos privados 

Las exposiciones en la actualidad
Los nuevos centros de arte


xoves, 24 de outubro de 2019

TEMA 1. La idea de Museo. Conceptos generales sobre Museología y Museografía.

Contenidos: Definición y evolución de los términos de Museología y Museografía. Las teorías sobre el museo entre guerras. La UNESCO y la división para los museos. El International Council of Museums (ICOM)Historia de la Museología. Georges-Henri Rivière y la Nueva Museología. Georges-Henri Rivière y la Nueva Museología. Los museos en la posmodernidad. La Museología Crítica

Objetivos: En este tema el estudiante deberá familiarizarse con los conceptos generales de la Museología y Museografía como campos de estudio de la teoría y práctica museística. Con ayuda de la bibliografía recomendada se acercará a las teorías que sobre el museo se han generado desde el siglo XX hasta nuestros días, así como al conocimiento de los organismos, instituciones, tendencias y personalidades que han contribuido a definir la idea de museo en la era contemporánea como una institución cambiante y adaptada a la propia evolución de la sociedad. 
  
Bibliografía recomendada: Manual de historia de la Museología (2013) de Jesús Pedro Lorente (capítulos 1 al 7).
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En 2019 tuvo lugar en Kioto una asamblea general del ICOM** para proponer una nueva definición de museo que respondiera a los nuevos valores y necesidades del siglo XXI, pero la propuesta no prosperó al ser rechazada por la mayoría de los delegados (noticia de prensa). 

**International Council of Museums (ICOM) Asociación internacional y no gubernamental de personas e instituciones vinculadas a los museos fundada en 1946. En 1948 se nombró director a G.-H. Rivière, activo hasta su retiro en 1965. 
Breve presentación, aquí: Historia del ICOM


El proceso de consulta a los diferentes comités con voz en el ICOM se prolongó hasta fechas recientes, siendo aprobada con amplia mayoría la nueva definición el pasado 24 de agosto de 2022 en la Asamblea General Extraordinaria celebrada en Praga, en el marco de la 26ª Conferencia General del ICOM. En total, se contabilizaron 487 votos a favor (el 92'41% del total de los votos emitidos), frente a 23 en contra y 17 abstenciones. 

La definición aceptada dice lo siguiente:

«Un museo es una institución sin ánimo de lucro, permanente y al servicio de la sociedad, que investiga, colecciona, conserva, interpreta y exhibe el patrimonio material e inmaterial. Abiertos al público, accesibles e inclusivos, los museos fomentan la diversidad y la sostenibilidadCon la participación de las comunidades, los museos operan y comunican ética y profesionalmente, ofreciendo experiencias variadas para la educación, el disfrute, la reflexión y el intercambio de conocimientos».

Compárese con la anterior:

“Un museo es una institución sin fines lucrativos, permanente, al servicio de la sociedad y de su desarrollo, abierta al público, que adquiere, conserva, investiga, comunica y expone el patrimonio material e inmaterial de la humanidad y su medio ambiente con fines de educación, estudio y recreo.”

Definición y evolución de los términos de Museología y Museografía


La Museología es, literalmente «el discurso o estudio sobre el museo», habiendo surgido el término por primera vez en 1839 en una obra en alemán, y extendiéndose ampliamente más tarde a partir del último tercio del siglo XIX.
En los años 1950 su uso se generaliza en medios francófonos para denominar la disciplina encargada de los estudios museísticos, mientras que en el mundo anglófono se sigue usando la expresión Museum Studies. En los años 60, el término se impone internacionalmente, sustituyendo en los países latinos al de «museografía», que por entonces se aplicaba a todos lo relativo al museo. En las siguientes décadas el debate ya no será terminológico, sino epistemológico, en el sentido de que se discutirá acerca del estatuto científico de la museología. 

A partir de la década de 1970 (fundación del ICOFOM en 1977) se pretendía que era una «disciplina científica independiente, cuyo objeto de estudio es la actitud específica del Hombre frente a la realidad», «una ciencia social surgida de disciplinas científicas documentales y contribuye a la comprensión del hombre en la sociedad», mientras que en fechas más recientes se sostiene que «ni su objeto ni sus métodos responden verdaderamente a los criterios epistemológicos de una aproximación científica específica» .

El término Museografía, por su parte, remonta al siglo XVIII (Neickel, 1727), cuando, fiel a su etimología, designaba la descripción del contenido de un museo. Al igual que el de Museología su uso ha sido y es preferentemente francófono, mientras que en el mundo anglosajón también se prefería museum practice, y entre los museólogos de la Europa oriental, la de «museología aplicada». En cualquier caso, se comprueba que desde sus comienzos, y por lo general, la museografía refería el ejercicio práctico de la museología, el «conjunto de técnicas desarrolladas para llevar a cabo las funciones museales».

En la actualidad se aceptan convencionalmente las siguientes definiciones:

Museología: «la ciencia del museo, que estudia la historia y la razón de los museos, su función en la sociedad, sus peculiares sistemas de investigación, educación y organización, la relación que guarda con el medio ambiente físico y la clasificación de los diferentes tipos de museos». 
Museografía: «la técnica que expresa los conocimientos museológicos en el museo y que trata especialmente sobre la arquitectura y ordenamiento de las instalaciones científicas del museo». 

Como vemos, la Museología se entiende como una disciplina científica de contenido fundamentalmente teórico, mientras que la Museografía se define como la realización práctica de las teorías museológicas.

Bibliografía 

DESVALLÉES, A. e MAIRESSE, F. dirs. (2010): Conceptos claves de museologíaICOM International Committee for Museology (ICOFOM). 

LORENTE, J.P. (2012) Manual de Historia de la museología. Ed. Trea (p. 40 ss.)

Georges-Henri Rivière y la Nueva Museología


La Nueva Museología es una tendencia que surge en los años 70 del pasado siglo, consecuencia del clima general de renovación epistemológica producida en todos los campos del saber tras Mayo del 68 (Nueva Pedagogía, Nueva Historia del Arte, Nueva Arqueología, etc.) Aunque la expresión Nueva Museología se documenta por primera vez en inglés a finales de los años 50, como verdadero movimiento cuajará en Francia impulsado por tres reputados museólogos: George Henri Rivière, Hugues de Varine y André Desvallées, extendiéndose a continuación por todos los países francófonos (Québec, excolonias africanas, etc.) antes de hacerse expresión común en las demás lenguas occidentales. 
Sus propuestas, rompedoras con la museología clásica tradicional, centrada en lo que se llamaba el museo-templo, es decir, el museo elitista destinado a entendidos, que sacraliza el objeto y se muestra radicalmente alejado del gran público, se concretarán en un nuevo modelo de institución: el ecomuseo (término definido oficialmente en una reunión internacional del ICOM en 1972, de cuya redacción se encargó G.H. Rivière; cf. De Varine 2007: 21, reproducido en id. p.28)

Ecomuseo Forno do Forte (Buño, A Coruña)
Este museo invita a reflexionar y profundizar en el conocimiento de la historia y la vida de la comunidad en la que se integra, poniendo el “énfasis en la dimensión social del museo, en su arraigo en la comunidad, en la necesidad de un enfoque multidisciplinar y en una concepción integradora y globalizadora de la museología”, principios estos rectores de la Nueva Museología (Ballart 2007: 57)
La fuerte implantación en nuestra sociedad de esta corriente, con pensadores y publicaciones canónicas o generalmente reconocidas, a diferencia de otras tendencias más recientes (*), se materializa en la formación de una asociación afiliada al ICOM conocida como MINOM (Movimiento Internacional para una Nueva Museología), cuyos principales cometidos consisten en incitar “a las instituciones museísticas y a los museólogos a enfrentarse a los desafíos actuales, a generar acciones patrimoniales en sus comunidades y a participar en los debates de las colectividades en las que están implicados como mediadores”. 

Establecidos los principios de esta nueva corriente en la llamada Declaración de Québec (redacción en 1984 de unos acuerdos tomados en 1972) e inaugurada en este mismo año del 72 la nueva experiencia del museo francés de Le Creusot-Montceau-les-Mines (basado en la noción de “territorio” frente a la de “museo-edificio”, en la noción de “comunidad” frente a la de “grupo de visitantes” y en la noción de “globalidad del patrimonio” frente a la de “colecciones”, cf. De Varine 2007), desde entonces los museólogos comenzarían a hablar ya abiertamente de Ecomuseología, de Museología Comunitaria o bien de Nueva Museología, como expresiones intercambiables, pero ya casi completamente normalizadas en el discurso museológico. 

Pero si, en definitiva, tuviésemos que sistematizar los fundamentos de la Nueva Museología, punto por punto, deberíamos destacar los siguientes:

Democratización: Como Museología adaptada al contexto de las sociedades occidentales post-seseantayochistas, tal contexto impone la idea de democratización del patrimonio cultural, del acceso al mismo y al saber que genera. En esta etapa histórica también post-colonial, no se admiten jerarquías o rangos en el sistema de culturas humanas, siendo objeto de interés específico de la Nueva Museología el cultivo del conocimiento, preservación, difusión y puesta en valor de todas las culturas locales sin distinción de ningún tipo. 

Comunidad-Territorio: La equiparación moral de todas las culturas implica animar a todas las comunidades humanas a tomar conciencia de su importancia y a participar en el proceso de revalorización de su propia identidad cultural. Para ello es necesario contextualizar histórica y culturalmente el espacio habitado, la evolución del territorio, el cual, junto con la comunidad, se convertirá en el otro gran protagonista objeto de atención por parte del ecomuseo. 

Participación. Todos esos esfuerzos van dirigidos a hacer de la comunidad agente partícipe en la construcción del discurso que habla sobre ella misma, para autoconocerse, en sus fortalezas y debilidades, y reforzar su autoestima, dejando que tanto museólogos como objetos (ahora concebidos como “documentos”, reflejos culturales de la sociedad que los crea) actúen como simples mediadores en el proceso de autoconocimiento a través de métodos de estudio multidisciplinares y abiertos. 

El saber colectivo de la comunidad revierte en el Museo, que deberá actuar como foco de retroalimentación cultural de esa misma comunidad. Sin ser estos los únicos componentes del museo ideal propuesto por la Nueva Museología, sí son los más destacables, por lo menos con vistas a crear un ecomuseo tal y como lo concibió uno de sus principales promotores: un museo “normal” es un edificio, una colección, un público. Un ecomuseo es un territorio, un patrimonio, una comunidad. Un museo normal es cultura “fuera del suelo”. Un ecomuseo está arraigado en la cultura viva de los habitantes. (De Varine 2007: 22)


(*) Como la Museografía Crítica, con la que no obstante puede complementarse si lo que se quiere es denunciar el papel del propio Museo como vía de transmisión de discursos de poder dominantes, discriminatorios, etc., Lorente, ob.cit. p.79 s.)

Bibliografía

BALLART HERNÁNDEZ, Josep (2007). Manual de Museos. Editorial Síntesis. Madrid

DÍAZ BALERDI, Ignacio (2002). «¿Qué fue de la Nueva Museología? El caso de Québec», en Antigrama, nº 16, pp. 493-516 

HERNÁNDEZ HERNÁNDEZ, Francisca (1994). Manual de Museología.

LORENTE LORENTE, J.P. de (2006): «Nuevas tendencias en teoría museológica, a vueltas con la museología crítica», en Museos.es: Revista de la Subdirección General de Museos Estatales, Nº. 2, págs. 24-33 

VARINE, Hugues de. (2007) «El Ecomuseo. Una palabra, dos conceptos, mil prácticas», en Revista de los Museos de Andalucía, año V, nº8, julio, pp. 19-27